El rincón para compartir la música de mis amigos

Inicio con este post un ciclo de música chilena por ser nuestro mes patrio. Por estos días me encuentro de vacaciones en Iquique, y aprovechando el descanso me he dado un baño con nuestra historia. La cantata fue uno de los primeros discos de «protesta» que escuché siendo adolescente, y recorrer esta ciudad, las oficinas salitreras y la pampa, hacen que la matanza de la Escuela Santa María se me haga muy vívida en este momento. La historia oficial intentó hacer desaparecer este episodio, que no es más que la representación de las condiciones de vida, trabajo y de desigualdad social asociada al auge del salitre, durante casi un siglo, pero los vestigios de la vida en la pampa y la ciudad de Iquique, son por si mismos un memorial a los trabajadores pampinos.   Este año la escuela fue demolida, aunque no corresponde a la construcción original.  Al parecer las autoridades de gobierno no realizarían el proyecto de reconstrucción y creación de un museo sino que en su lugar se crearía un colegio de excelencia, aduciendo que los hechos históricos sucedieron fuera de la escuela. Una lástima y una verguenza, considerando que vienen de otros lugares del mundo a visitarla. Nada, decir que la obra musical es de extraordinaria factura, considerada una de nuestra obras musicales más importantes.

Corren los años ’60, la denominada «década que cambió al mundo» a causa de que muchos hechos importantes tanto sociales como políticos tuvieron cabida en esa época, como el hipismo, las luchas estudiantiles y raciales, la post generación beat y todo el desarrollo artístico que estos sucesos conllevaron.

En Chile no quedamos exentos de los estragos de esa década, vivíamos nuestros propios procesos sociales y una revolución cultural en que la poesía contestataria del pueblo se hizo melodía tomando ritmos propios del folclor nacional y latinoamericano, pero dando el énfasis en las letras, con profundas críticas hacia toda gestión política, económica o militar que sojuzgaba a nuestros pueblos latinoamericanos.

Este género musical se llamó «La Nueva Canción Chilena» cuya madre -a nivel nacional- es la grandiosaVioleta Parra. Es en esta etapa de la múasica chilena en que nace «La Cantata Santa María de Iquique», compuesta por Luis Advis en 1969 e interpretada por primera vez oficialmente por el grupo Quilapayun, en el Segundo Festival de La Nueva Canción Chilena ocurrido en 1970 y grabada ese mismo año con el selloDicap (Discoteca del Cantar Popular).

La gestación de la obra parte cuando Luis Advis en 1968 viaja a Iquique y se entera de la matanza de la escuela Santa María en que miles de obreros, mujeres y niños fueron asesinados en Diciembre de 1907 por el ejército del General Roberto Silva Renard, con motivo de la lucha obrera por reivindicaciones laborales absolutamente justas. Inspirado por estos acontecimientos, Advis escribe 20 poemas que cuentan la historia de la matanza, tomando los datos históricos del libro «Reseña Histórica de Tarapacá».

En 1969 comienza a trabajar en lo que sería la cantata y conoce al grupo Quilapayun en una de las presentaciones que estos hicieran durante ese año. Tan grande era la convicción de Advis por que fueraQuilapayun quien interpretara la cantata, que cuando les llevó las partituras de la obra terminada, estos aún no tenían estudios musicales por lo que no sabían leerlas y Advis se dio el trabajo de indicarles a cada uno de los integrantes de Quilapayun qué hacer con cada instrumento, los cambios de dinámica, métrica, texturas y todo lo necesario para que pudieran interpretar con todos sus matices los detalles de su obra.

La cantata combina forma e instrumentación docta como violoncelo y contrabajo, con ritmos e instrumentación propios del folclore chileno y latinoamericano, como el charango, la quena, el bombo y la guitarra, entre otros, haciendo que dos géneros tan contrapuestos se unan eclécticamente en una forma absolutamente armoniosa. La obra está compuesta por 18 partes que incluyen pregones, relatos, interludios, preludios y canciones pero sin la letra religiosa propia de la forma cantata docta, sino con la historia de este hecho histórico de principios del Siglo XX. Los relatos están interpretados por Hector Duvauchelle, quien pareciera tener la voz perfecta para relatar esta historia.

Nos atreveríamos a asegurar que esta obra es la mejor composición musical nacional de todos los tiempos, porque la Cantata no sólo es un disco que se asocia con ideas de izquierda, La Cantata Santa María de Iquique es mucho más que eso, es un disco inmortal y transgeneracional, un retrato histórico sonoro del Siglo XX, con una historia que no debe ser olvidada, ya que sólo con fuertes raíces en el pasado construiremos los sueños del mañana. Y esto no suena a panfleto cuando se entiende el gran patrimonio cultural que representa esta obra fundamental de Luis Advis y de la música latinoamericana.

Es también nuestro deber señalar que todas las palabras escritas en este comentario, no alcanzan siquiera a representar la calidad artística de la obra, y como comentario de despedida, quisiéramos agregar que escuchar por lo menos una vez «La Cantata de Santa María de Iquique», prestándole la debida atención a la música y a su lírica, es un deber y una obligación de todo ser humano que se sienta comprometido con la historia de los pueblos, con el rescate de la memoria, con su música y su poesía. (Fuente reseña: http://www.absentamusical.com).

Tracklist

1.Pregón (Luis Advis)
2.Preludio instrumental (Luis Advis)
3.Relato I (Luis Advis)4.Canción I (Luis Advis)
5.Interludio instrumental I (Luis Advis)
6.Relato II (Luis Advis)
7.Canción II o [Vamos mujer] (Luis Advis)
8.Interludio instrumental II (Luis Advis)
9.Relato III (Luis Advis)
10.Interludio cantado (Luis Advis)
11.Relato IV (Luis Advis)
12.Canción III (Luis Advis)
13.Interludio instrumental III (Luis Advis)
14.Relato V (Luis Advis)
15.Canción letanía (Luis Advis)
16.Canción IV (Luis Advis)
17.Canción pregón (Luis Advis)
18.Canción final (Luis Advis)