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Pedro Aznar – Quebrado Vivo (2009)

Después de algo más de una año abducido por el trabajo, me decidí a retomar viejos vicios musicales como por ejemplo, postear el disco que me gusta. Hoy asistí al recital de Pedro Aznar presentando su nuevo disco Ahora y debo decirles que reavivó ese deseo. Sin duda que Quebrado en vivo es mi disco favorito de Aznar, quizás por ese recorrido por viejos y nuevos temas propios y de otros. Un disco para disfrutar en el amplio sentido de la palabra.

El CD 1 es un disco de composiciones originales potentes, de alto voltaje, con letras profundas y viscerales. Canciones que transitan el dolor de la pérdida y la fugacidad del tiempo, los confusos límites del odio y el amor, el vértigo de la finitud y las lecciones de la adversidad, la fragilidad de la alegría y la búsqueda de un lugar de pertenencia.

Un CD 2 de canciones favoritas de Pedro, muchas de las cuales conformaron la banda de sonido de su adolescencia. Música de autores emblemáticos como Sting, John Lennon, Luis Alberto Spinetta, Atahualpa Yupanqui, Charly García y Jagger/Richards, entre otros, en versiones vibrantes, cargadas de significación personal.

La lista de temas es:

Quebrado
Fugu
Nocturno suburbano
Asimetría
Lina de luto
Violinista
Décimas
Claroscuro
Joya tu corazón
Los perros del amanecer
La abeja y la araña
Amar y dejar partir
Fragilidad
Credulidad
Jealous Guy
Tiempo sin respuesta
¿No es una pena?
Los hermanos
El rey lloró
Confesiones de invierno
Blues de la piedad
Angie
Junk
Love

Mercedes Sosa – Cantora (2009)

Para saludar a las mamás de mi entorno, la mía propia, las madres de mis hijos, ex suegras y suegra actual, mis hermanas y amigas y las mamás  seguidoras del blog, qué mejor que recordar a la gran Mercedes Sosa, algo así como la madre de la música latinoamericana. Poco antes de morir, la Negra realizó este hermoso trabajo, con participación de grandes artistas, entre ellos nuestros recordados Luis Alberto Spinetta y Gustavo Cerati. Para muestra incluyo el video del tema compuesto por Cerati, Zona de Promesas, dedicado a su madre. Un emotivo encuentro entre estos dos grandes artistas con una bella canción, la que dedico a todas las mamis.  Un disco que no podía faltar en el blog.

Mercedes Sosa (* San Miguel de Tucumán, Argentina, 9 de julio de 1935 – Buenos Aires, Argentina, 4 de octubre de 2009) conocida como LaNegra Sosa o La Voz de América, fue una cantante de música folclórica argentina reconocida en América Latina y Europa, considerada como la principal cantante de Argentina.

Fundadora del Movimiento del Nuevo Cancionero y una de las exponentes de la Nueva canción latinoamericana. Incursionó en otros géneros como el tango, el rock y el pop. Se definía a sí misma como «cantora» antes que «cantante», en lo que fue una distinción fundamental de la nueva canción latinoamericana de la que ella fue una de las iniciadoras: «Cantante es el que puede y cantor el que debe» (Facundo Cabral). Ese ideal fue expresado por Mercedes Sosa en los títulos de sus álbumes como Canciones con fundamento y Yo no canto por cantar.

Entre las interpretaciones con que se ha destacado en el cancionero latinoamericano se encuentran Canción con todosAlfonsina y el mar,Gracias a la vidaComo la cigarraZamba para no morirLa mazaTodo cambiaDuerme negrito y Calle angosta. Entre sus discos se destacaron Canciones con fundamento (1965), Yo no canto por cantar (1966), Mujeres argentinas (1969), Homenaje a Violeta Parra (1971),Cantata sudamericana (1972), Mercedes Sosa interpreta a Atahualpa Yupanqui (1977), Mercedes Sosa en Argentina (1982), Alta fidelidad (1997) y su interpretación de la Misa criolla (2000). Su último trabajo es Cantora, lanzado poco antes de su muerte, un álbum doble donde interpreta 34 canciones a dúo con destacados cantantes iberoamericanos, y cierra con el Himno nacional argentino.

Tracklist:

Disco 1

1. Aquellas pequeñas cosas con Joan Manuel Serrat
2. Barro tal vez con Luis Alberto Spinetta
3. Sea con Jorge Drexler
4. Coração vagabundo con Caetano Veloso
5. La maza con Shakira
6. Zamba para olvidar con Diego Torres y Facundo Ramírez
7. Agua, cielo, tierra, fuego con Soledad Pastorutti
8. Celador de sueños con Orozco Barrientos y Gustavo Santaolalla
9. Sabiéndose de los descalzos con Julieta Venegas
10. Himno de mi corazón con León Gieco
11. Novicia con Victor Heredia
12. Zamba de los adioses con Duo Nuevo Cuyo
13. Nada con María Graña y Leopoldo Federico
14. Esa musiquita con Teresa Parodi
15. Romance de la luna tucumana con J. Quintero y L. Monti
16. Deja la vida volar con Pedro Aznar
17. Pájaro de rodillas con Nacha Roldán

Disco 2

01. Zona de Promesas (Gustavo Cerati)
02. Desarma y Sangra (Charly García)
03. Canción para un niño en la calle (Rene Perez/Calle 13)
04. Parao (Vicentico)
05. Zamba del cielo (Fito Paez)
06. Razón de vivir (Lila Downs)
07. El Angel de la bicicleta (Gustavo Cordera)
08. Violetas para Violeta (Joaquin Sabina)
09. Jamás te olvidaré (Marcela Morelo)
10. O que será (Daniela Mercury)
11. Cantame (Franco De Vita)
12. La Luna llena (Rubén Rada)
13. Canción de las cantinas (Alberto Rojo)
14. Donde termina el asfalto (Coqui Sosa)
15. Insensatez (Luis Salinas)
16. Misionera (Luiz Carlos Borges)
17. Y así y así (Luciano Pereyra)
18. Himno Nacional Argentino (Varios)

Spinetta – Spinetta y las Bandas Eternas (2009)

Al igual como le ocurrió a la Negra Sosa, el Flaco tuvo la visión premonitoria de un mega proyecto que resultó ser el último y de algún modo su testamento musical, donde se reúne por última vez con sus compañeros de viaje, en un concierto monumental. Al final incluimos los videos del show en forma íntegra, y el backstage con intervenciones del propio Luis. Todo de muy buen sonido y calidad visual. Esperamos que les guste.

Estimado lector, no espere encontrar aquí eso que llamamos “crónica de concierto”. Algo de eso hay, pero si a Spinetta le llevó 50 canciones y cinco horas y cuarto conseguir un recorte de sus 40 años de carrera (y en ese recorte dejó lugar a las lamentaciones por alguna inevitable ausencia), pretender que eso pueda ser aun resumido en estas líneas es una quimera. Una quimera como la que soñaba la Logia del Flaco hasta no hace tanto, la de qué lindo sería que…

El “sería” abandonó el modo condicional. Fue. La Historia grande del rock argentino dirá que Luis Alberto Spinetta conjuró a las Bandas Eternas en Vélez el 4 de diciembre de 2009, y que 37 mil personas abarrotaron el lugar (¿quién tuvo el atrevimiento de decir que una cancha de fútbol le quedaba grande?), y que la organización tuvo sus flojeras y las pantallas le servían de poco al de la popu, pero el sonido fue perfecto. Y a partir de ahí, el imposible: el adjetivo que se repite, la emoción intraducible en letras, la lágrima viva, el alma feliz al desnudo. Los ejemplos de música, de arte, de poesía, de sensibilidad, de belleza: ¿qué espíritu tan generoso habita a este tipo para que nos dé tanto, pero tanto?

La noche de Vélez fue un vaivén que deja tela para cortar por mucho tiempo. Hubo una primera parte en la que Luis fue del presente al primer Jade, y de allí a fines de los ’80, y de allí a los orígenes del rock argentino (Abuelo, Nebbia, Pappo), y al Jade de Bajo Belgrano, y un desfile de duetos con nenes como Fito Páez, Charly García y Gustavo Cerati (“Baaaajan”, se unían las dos voces hermanas, y el estadio se venía abajo: “Si hay un sueño cumplido, es éste”, cerró el ex Soda), canciones y más canciones de estatura inmensurable. Hubo una segunda parte que fue la conquista del corazón y del nervio, con Los Socios del Desierto preparando el terreno para la descomunal resurrección de Invisible y Pescado Rabioso, para volver a ver a Almendra, para cerrar cantando a los gritos que no hay razón para seguir viviendo sin tu amor, que yo quiero ver un tren, que no te alejes tanto de mí.

Pero como la descripción no alcanza hay que recurrir a los ejemplos, a algo que sirva para la vana intención de definir tanta magia. Detenerse un momento en el Spinetta más íntimo, el que de sobrepique nomás, apenas después del incendio rockero de “Tu vuelo al fin”, llamó a Diego Rapoport. Y el dúo de Kamikaze soltó “Ella también” y “Umbral” y provocó el silencio más profundo, más estremecedor, para escuchar caer las lágrimas, para que la luna quisiera asomarse al Amalfitani y mojarse los pies. O al Spinetta que convocó a otro socio de las teclas, el Mono Fontana, para reeditar la experiencia con “Al ver verás” y “¿No ves que ya no somos chiquitos?”; o a Leo Sujatovich, para detener el tiempo otra vez con “Era de uranio”, “Vida siempre” y “Maribel se durmió”. O conceder un segundo al recuerdo de “Alma de diamante” con Juan Del Barrio y “Cementerio Club” con Gustavo Spinetta a la batería, y seguir llenando casilleros de deseos íntimos cumplidos.

La belleza en estado puro: Luis Alberto Spinetta, casi 60 años, entero, la voz con el terciopelo de siempre y la rugosidad que supo conseguir. Alto, flaco y con una guitarra roja, cada vez más enorme en un escenario que se iba empequeñeciendo a medida que dejaba caer canciones.

¿Y no deberían muchos integrantes de la patria rockera tomar debida nota de lo que sonaron Invisible y Pescado? Apenas repuesto de los cachetazos sonoros de Spinetta / Marcelo Torres / Javier Malosetti –que cerraron con un “Nasty people” hendrixianamente contundente–, el público vio subir a Machi Rufino y a Pomo Lorenzo y no terminaba de asimilar la idea cuando ya sonaba “Durazno sangrando”, y el bajista sumaba una voz en perfecta sintonía con la de Luis. Si ése era un número puesto, lo que vino tuvo el sabor de las elecciones acertadas: “Jugo de lúcuma”, “Lo que nos ocupa es esa abuela, la conciencia que regula el mundo” y “Niño condenado”. Ya era demasiado. No sólo por los temas elegidos, sino por la contundencia y elegancia con la que el trío saltó 33 años de silencio, ganó el escenario y mostró una presencia en toda la regla que aun ahora, horas después, crispa la piel.

Y crispación eléctrica era lo que Pescado tenía para ofrecer, el set más largo, con siete títulos que visitaron la soñadora psicodelia de “Hola dulce viento” y “Serpiente (viaja por la sal)”, la urgencia dramática de “Poseído del alba”, la sutileza de “Credulidad” y un bloque demoledor, con “Despiértate, nena” y David Lebon descosiendo la viola y Cutaia sacándole humo al Hammond, y “Me gusta ese tajo” y “Post crucifixión” convertidos en Posgrado de Rock. La banda del alba de los ’70 llegó al siglo XXI como un tanque de distorsión, furia y adrenalina.

“Hay más, ustedes tienen un aguante…”, dijo el Flaco, con el humor que correspondía a semejante noche, que le hizo admitir la repetición de “genio” y “capo” al presentar a los invitados y reírse de ello. “No te mueras nunca”, gritó uno. “Vos tampoco –respondió Luis, que ya no se enoja por esas frases–. Si no, nunca te vas enterar de que no me morí.” Y Edelmiro, Rodolfo y Emilio ya estaban subiendo al escenario, como a fines de los ’60, como a fines de los ’70, a fines de los 2000. Para volar con “Color humano” y “A estos hombres tristes”, para que Del Guercio se luciera con “Fermín”, para honrar a “Hermano perro” como única ajena al debut de 1969 y cerrar con un círculo íntimo para “Muchacha (ojos de papel)” a cuatro voces.

Para qué seguir. Usted, lector, que estuvo allí, sabe que es difícil encontrar las palabras para describir lo vivido. Usted, lector, que no estuvo allí, también lo sabe. Saben que semejante combinación de belleza, vuelo, emoción, excelencia musical, compromiso con el arte entendido como pura pasión, terminan fluyendo a la misma palabra que cierra todo.

Inenarrable. Por Eduardo Fabregat. Fuente: www.pagina12.com.ar

Tracklist:

01 – Presentación
02 – Mi elemento
03 – Tu vuelo al fin (c/ Baltasar Comotto)
04 – Ella tambien (c/ Diego Rappoport)
05 – Umbral (c/Diego Rapopport)
06 – Fina ropa blanca
07 – La bengala perdida (c/ Mono Fontana)
08 – Sombras en los alamos (c/Juan Del Barrio)
09 – Alma de diamante (c/ Juan Del Barrio)
10 – Cisne
11 – Al ver veras (c/Mono Fontana)
12 – No ves que ya no somos chiquitos? (c/ Mono Fontana)
13 – Cielo de ti (c/ Javier Malosetti)
14 – Las cosas tienen movimiento (c/ Fito Páez)
15 – Asilo en tu corazon (c/ Fito Páez)
16 – Mariposas de madera
17 – El rey lloro (c/Beto Satragni)
18 – Adonde esta la libertad? (c/ Juanse)
19 – Te para tres (c/ Gustavo Cerati)
20 – Bajan (c/ Gustavo Cerati y Gustavo Spinetta)
21 – Cementerio club (c/Gustavo Spinetta)
22 – Era de Uranio (c/Leo Sujatovich)
23 – Vida siempre (c/Leo Sujatovich)
24 – Maribel se durmio (c/Leo Sujatovich)
25 – Necesito un amor (c/Dante y valentino Spinetta)
26 – Filosofia barata y zapatos de goma
27 – Rezo por vos (c/Charly García)

Spinetta y Los Socios «del Concierto»: Marcelo Torres y Javier Malosetti
28 – San Cristoforo
29 – Bosnia
30 – Nasty people

Invisible: Spinetta-Machi-Pomo
31 – Durazno sangrando
32 – Jugo de lucuma
33 – Lo que nos ocupa es esa abuela la conciencia
34 – Niño condenado
35 – Amor de primavera (c/Lito Epumer)

Pescado Rabioso: Spinetta-Black Amaya-David Lebón-Carlos Cutaia-Guillermo Vadalá 36 – Poseido del alba
37 – Hola dulce viento
38 – Serpiente viaja por la sal
39 – Credulidad
40 – Despiertate nena
41 – Me gusta ese tajo (c/ Bocón Frascino)
42 – Postcrucifixion (c/ Bocón Frascino)

Almendra: Spinetta-Edelmiro Molinari-Emilio del Güercio-Rodolfo García
43 – Color humano
44 – Fermin
45 – A estos hombres tristes
46 – Hermano Perro
47 – Muchacha ojos de papel

48 – 8 de octubre (c/Ricado Mollo)
49 – Retoño
50 – Seguir viviendo con tu amor (c/Mono Fontana y Baltasar Comotto)
51 – Quiero ver un tren (c/ Mono Fontana Nico Cotta y Javier …)
52 – No te alejes tanto de mí

 

 

Pescado Rabioso – Artaud (1973)

Artaud es el nombre del álbum de Luis Alberto Spinetta, lanzado en 1973. El disco fue acreditado a la banda Pescado Rabioso, por razones complejas, pero el disco fue elaborado y grabado por Spinetta como solista, quién a su vez recurrió a la colaboración de su hermano, Carlos Gustavo Spinetta, Rodolfo García y Emilio del Guercio, estos dos últimos ex compañeros de Spinetta de la banda Almendra.

El título del álbum hace referencia al poeta francés Antonin Artaud, debido a que el concepto del álbum está influenciado por su obra y expresa la reacción de Spinetta ante la misma.

Se trata de una de las obras culminantes de la música latinoamericana, considerada en reiteradas oportunidades, no solo como el mejor disco de Spinetta, sino también del rock argentino. En el año 2007 la revista Rolling Stone de Argentina lo ubicó en el primer lugar de su lista de los 100 mejores álbumes del rock argentino.

Pescado Rabioso, la banda Spinetta había formado a fines de 1971, se separó a mediados de 1973 en el teatro Planeta. Sus integrantes no aceptaban ni entendían la visión musical que estaba desarrollando Luis Alberto y simplemente dejaron de responder a su convocatoria hasta que se quedó solo. Spinetta entonces siguió solo, con los proyectos que venía desarrollando para Pescado Rabioso: «Pescado Rabioso era yo». Así surgió Artaud, una de las obras cúspides de la música latinoamericana.

«Él empezó a perfilarse para otro lugar, una mano más arreglada tipo lo que después fue Invisible. A lo último escribía un tema y yo no lo entendía; estaba leyendo mucho a Artaud, Rimbaud. Primero se fue Cutaia, después David y después yo. El flaco se quedó solo, sentado en una butaca de la sala Planeta, se sintió abandonado porque quería seguir tocando con Pescado, y me dijo que no iba a tocar nunca más conmigo. Como se quedó solo y quedaba pendiente grabar un disco más con Microfón, grabó Artaud con los temas que tenía para Pescado Rabioso; cuando escuché Artaud me quería matar. (Black Amaya).

El disco fue concebido en un momento crucial de la historia sudamericana, de alta violencia política, en el que comenzaban a instalarse dictaduras civico-militares, coordinadas entre sí por medio del Plan Cóndor y apoyadas por Estados Unidos, que anularían completamente la vigencia de los derechos humanos durante dos décadas. Argentina en particular había conseguido que la dictadura autodenominada Revolución Argentina, convocara ese año a elecciones libres, por primera vez en casi dos décadas. El voto popular había dado el triunfo en marzo y por un amplio margen al peronismo, movimiento con el que simpatizaba Spinetta. Pero el gobierno democrático no alcanzaría a consolidarse afectado por violentas confrontaciones que llevarían a su derrocamiento a comienzos de 1976 y a la instalación de una cruenta dictadura que se mantendría en el poder hasta fines de 1983 y que cometería un genocidio y llevaría el país a una guerra, la Guerra de Malvinas.

Por otra parte, ese momento histórico coincide a su vez con un momento decisivo de la vida personal de Spinetta, en el que conoce a Patricia Salazar, con quien formará una pareja estable durante casi 25 años y con quien constituirá una familia con cuatro hijos comunes. La letra del tema «Por» del álbum Artaud -compuesta por una sucesión de palabras sueltas, todos sustantivos con excepción de la preposición «por» que cierra el poema y da título a la canción-, fue escrita de manera conjunta entre los dos.

En esa encrucijada histórico-cultural y personal aparece Artaud, inspirado precisamente en el sufrimiento y las emociones de rechazo que la poesía del escritor francés Antonin Artaud, produjeron en Spinetta. El músico relacionaba ese momento del país, con el anarquismo suicida de la poesía de Artaud, con el nihilismo del rock expresado en las drogas y la «promiscuidad sin sentido», y lo sentía incompatible con su propia visión del rock -expresada en el Manifiesto que Spinetta publica simultáneamente con el disco- y de la vida. Dice el propio Spinetta: 

«Pero antes que nada te quiero aclarar que yo le dediqué ese disco a Artaud pero en ningún momento tomé sus obras como punto de partida. El disco fue una respuesta –insignificante tal vez– al sufrimiento que te acarrea leer sus obras. La idea del álbum era exponer la posibilidad de un antídoto contra lo que opinó Artaud. Quien lo haya leído no puede evadirse de una cuota de desesperación. Para él la respuesta del hombre es la locura; para Lennon es el amor. Yo creo más en el encuentro de la perfección y la felicidad a través de la supresión del dolor que mediante la locura y el sufrimiento. Creo que sólo si nos preocupamos por sanear el alma vamos a evitar distorsiones sociales y comportamientos fascistas, doctrinas injustas y totalitarismos, políticas absurdas y guerras deplorables. La única forma de hacer subir el peso es con amor. Los músicos de rock somos tipos que estamos muy desorientados. Hemos involucrado mucho a nuestro sistema neurológico y hemos aprendido muy poco de la historia reciente. Pero hay algo claro: no podemos jugar a ser Artaud. Eso significaría no haber entendido a Moris, no haber entendido a Lito Nebbia, no haber pescado una. Si yo no hubiera aprendido a salir de ésa y ubicarme en mi país, no estarías conmigo en este momento: Spinetta sería apenas un nombre en una chapita de bronce, chorreada de caca, en la inmensidad de algún cementerio».

La obra fue presentada en dos recitales que Spinetta realizó solo en el Teatro Astral, en octubre de ese mismo año. En esos recitales dió a conocer un Manifiesto titulado Rock: música dura, la suicidada por la sociedad. Allí expone su propia concepción del rock, vinculada a un estado de plenitud interior, y su rechazo a la visión nihilista del rock, focalizada en el sexo y las drogas duras. (Fuente: Wikipedia).

Lista de temas

  1. Todas las hojas son del viento – 2′ 12
  2. Cementerio Club – 4′ 55
  3. Por – 1′ 45
  4. Superchería – 4′ 21
  5. La sed verdadera – 3′ 32
  6. Cantata de puentes amarillos – 9′ 12
  7. Bajan – 3′ 26
  8. A Starosta, el idiota – 3′ 15
  9. Las habladurías del mundo – 4′ 03

Músicos

  • Luis Alberto Spinetta: Guitarras, Maracas, Platillos, Piano y voz.
  • Carlos Gustavo Spinetta: Batería en Cementerio Club y Bajan.
  • Rodolfo García: Batería, Cencerro y coros en Superchería y Las habladurías del mundo.
  • Emilio del Guercio: Bajo y coros en BajanCementerio ClubSuperchería y Las habladurías del mundo.

Spinetta – Selección Esencial de Con Una Ayudita de Mis Amigos (2012)

El blog reabre sus posteos con un homenaje un poco tardío pero muy sentido a Spinetta. Difícil tarea es hacer una selección con lo mejor del Flaco, ya que muchos temas buenos pudieron quedar fuera, pero al final resultó una selección bien personal. Espero que sea del gusto de ustedes ya que ha sido un trabajo bien arduo, puesto que muchos de los discos no los tenía en mp3, y ya se imaginarán lo complejo que resulta encontrar música en internet por estos días. Bueno acá les dejo este regalo para que recuerden al Flaco. Que lo disfruten.

Barro Talvez

Si no canto lo que siento
me voy a morir por dentro.
He de gritarle a los vientos hasta reventar
aunque solo quede tiempo en mi lugar.

Si quiero me toco el alma
pues mi carne ya no es nada.
He de fusionar mi resto con el despertar
aunque se pudra mi boca por callar.

Ya lo estoy queriendo
ya me estoy volviendo canción
barro tal vez….
Y es que esta es mi corteza
donde el hacha golpeará
donde el río secará para callar.

Ya me apuran los momentos
ya mi sien es un lamento.
Mi cerebro escupe ya el final del historial
del comienzo que tal vez reemprenderá.

Si quiero me toco el alma
pues mi carne ya no es nada.
He de fusionar mi resto con el despertar
aunque se pudra mi boca por callar.

Ya lo estoy queriendo
ya me estoy volviendo canción
barro tal vez…

Y es que esta es mi corteza
donde el hacha golpeará
donde el río secará para callar.

Disco 1:

1. A su amor alli
2. Amor de primavera
3. Blues de Cris
4. Bosnia
5. Camafeo
6. Como el viento voy a ver
7. Dale gracias
8. El mar es de llanto
9. El marcapiel
10. Ella también
11. Fina ropa blanca
12. La sed verdadera
13. Lo Que Nos Ocupa Es Esa Abuela, La Conciencia Que Regula El Mundo
14. Los Libros De La Buena Memoria
15. Me gusta ese tajo
16. Muchaha (ojos de papel)
17. No te alejes tanto de mí
18. Resumen porteño
19. Seguir viviendo sin tu amor
20. Tres llaves
21. Vete de mi, cuervo negro

Disco 2:

1. Alfil, ella no cambia nada
2. Alma De Diamante
3. Ana No Duerme
4. Barro talvez
5. Canción para los días de la vida
6. Credulidad
7. Dulce 3 Nocturno
8. Durazno sangrado
9. Gricel
10. La Bengala Perdida
11. La luz de la manzana
12. La mendiga
13. La montaña
14. Ludmila
15. Perdonado (niño condenado)
16. Plegaria para un niño dormido
17. Preciosa parra azul
18. Quedándote o yéndote
19. Retrato de Bambis – Asilo en tu corazón
20. Sexo
21. Té para tres
22. Vida siempre
23. Yo quiero ver un tren

Disco 3:

1. Cementerio Club
2. Dedos de mimbre
3. Descalza camina
4. El enemigo
5. Herido por vivir
6. Hombre de lata
7. Jugo de lúcuma
8. La herida de París
9. La miel en tu ventana
10. Lejísimo
11. No seas fanática
12. No te alejes tanto de mí
13. Oboi
14. Parvas
15. Preso-Ventanilla
16. Rezo por vos
17. Rutas argentinas
18. Serpiente (viaja por la sal)
19. Vera
20. ¡Aha! Basta de pensar

 

Adiós Flaco, buen viaje!

Ayer me enteré que te habías muerto, Flaco, que habían pasado casi dos meses desde que dejaste de existir, en tu casa, en tu cama, rodeado de tus hijos. Te imagino yéndote en paz, con la convicción de haber seguido el camino correcto. Y claro que lo fue. Me imagino que no muchos sabrán que uno de tus discos grabado en los 70’s (Artaud) es considerado el mejor disco en la historia del rock de la Argentina. Y ahora siento que no es casual que Artaud fuera uno de mis poetas (malditos) favoritos en mi juventud.

Se me vienen a la mente los recuerdos de nuestra sesiones de Spinetta con el Claudio, nuestras visitas al Bío Bío en busca de algún disco tuyo, o mi recorrido por alguna disquería de Buenos Aires llena de discos imposibles de encontrar acá. Les llamaba la atención a los vendedores, y me preguntaban medio cómplices: ¿a vos te gusta el Flaco?.  Y si que me gustaba, la preguntita. Según el Claudio, tus canciones eran íntimas, eso, íntimas. Qué buena definición se mandó el Claudio. Si uno escuchaba una de tus canciones era como sentir que les decías cosas a uno, a veces indescrifrables, crípticas, en una voz a veces incomprensible, pero siempre, en cada una de tus canciones, incluso en aquellas que no me gustaron, sabía que había un mensaje incubado dentro. Y es que tú mismo Flaco decías que la música pertenecía más bien al reino animal que al humano, que era más parecida a una mariposa o a una medusa, que era comprensible que la música tuviera esas formas raras. inasibles e inclasificables.

Me dolió tu muerte Flaco, como la de Roberto Bolaño (quizás leiste algo de él), o como la de Sabato. Y no era como para andar derramando lágrimas, no, era otra cosa. Y no estoy pensando en los discos que no alcanzaste a sacar, en la música que nunca llegaremos a oir. Entonces me acordé del tema de Alberto Cortés, «Cuando un amigo se va», y la tarareé en mi mente para ti. Buen viaje amigo.

Tonolec – Tonolec (2005)

La Charo Bogarín pareciera ser un collage de varias artistas, Lila Downs y María Joao entre ellas, que nos recuerda tanto por su forma de cantar como por su presencia escénica, lo que claramente nos resultó interesante. Pero no, su apuesta tiene la suficiente fuerza y originalidad como para destacar por méritos propios. Disfruten el disco.

Tonolec es un dúo originario de Resistencia Chaco, integrado por la cantante Charo Bogarín y el músico Diego Pérez, ambos compositores que reafirmaron su labor musical abordando la fusión de los géneros electrónico y étnico desde un lugar legítimo.

Estos jóvenes artistas decidieron dedicarse durante los últimos tres años a investigar la cultura toba desde adentro, intercambiando experiencias musicales con las comunidades tobas originarias del norte argentino y trabajando exhaustivamente en la mixtura de los cantos populares tobas con la electrónica. Parte de su trabajo se basó en las rondas de canto y de baile del coro de mujeres y hombres tobas «Chelaalapí» (Bandada de Zorzales), que viven en Resistencia, quienes les abrieron sus brazos.

Las canciones tradicionales que aprendieron les fueron transmitidas oralmente por los ancianos de esa comunidad, más allá de todo el material histórico que lograron recopilar. También realizaron experiencias junto a la comunidad toba de Derqui, provincia de Buenos Aires. De allí nace Tonolec, caracterizado por la voz poderosa e intimista de Charo y las refinadas composiciones de Diego. Ambos son autores y plasman en su obra canciones propias en lengua castellana y en lengua toba, con el interesante aditivo de versiones de cantos tradicionales de la etnia qom (toba).

De vuelta a Argentina y con inquietudes respecto de la identidad musical como compositores, el dúo decidió cambiar el rumbo del trabajo que venía haciendo. El principal objetivo fue entonces crear música con identidad, volviendo a las raíces más profundas y mirando con más detenimiento al medio en donde fueron criados. El trabajo con las comunidades tobas es el leit motive de la obra de Tonolec, que al final del camino recorrido nos ofrece: una voz femenina entretejiendo diálogos diversos con la naturaleza, delicadas mixturas entre sonidos acústicos y coros indígenas procesados. Y finalmente la comunión de todos estos elementos dando la conformación de paisajes diversos por los cuales es posible imaginar el tránsito de los primeros hombres sobre nuestro suelo. (Fuente reseña: http://tonolec-romina.blogspot.com).

Tracklist:

01. Antiguos dueños de las flechas
02. La cazadora
03. El rito
04. En busca del sol
05. Canción de cuna
06. Noyetapec
07. Lamento
08. Niño perdido
09. La luciérnaga
10. Canción de cuna

Rodrigo Rodríguez – Shakuhachi Meditations (2010)

Los que hayan hecho yoga alguna vez con música de fondo habrán escuchado esto o algo parecido. Música muy bella con un fondo perfecto para la meditación y vaciar la mente. Ideal para trabajar o para sacar la vuelta, como sea, es un disco que seguro disfrutarás a mares.

Nacido en Argentina (1978), Rodríguez emigró a España en 1986 donde vivió la mayoría de su infancia. A temprana edad empezó a estudiar música clásica y moderna.Desde su niñez Rodrigo tuvo la necesidad de imitar la música y sonidos que escuchó en su mente.

Entre los años 1993 y 1999 Rodrigo siguió sus estudios y educación musical de guitarra clásica en la isla de Mallorca hasta los 21 años de edad. Su interés por la música tradicional e instrumentos étnicos empezó antes de su adolescencia.

La vida profesional de Rodrigo empezó en España, donde descubrió la flauta Japonesa Shakuhachi (Flauta de bambú usada por los monjes “Komuso” para la meditación y peregrinación).El interés por este instrumento le llevó a emigrar por segunda vez, en esta ocasión a Japón, país donde estudió música clásica y tradicional Japonesa bajo los linajes de Katsuya Yokoyama en «The International Shakuhachi Kenshu-kan School» La música de Rodrigo fue clasificada en los géneros de New Age, Música del Mundo (World Music) o Clásica Contemporánea.

En estos recientes años Rodrigo ha actuado en numerosos conciertos en Europa, Asia, Sur del Pacífico, en escenarios legendarios como «The Imperial Hotel Tokyo» y la «NHK Culture Center of Japan».A principios de 2009, Rodríguez empezó sus estudios con el renombrado maestro y músico de Shakuhachi Kohachiro Miyata, interesado más profundamente en música contemporánea y el Shakuhachi Clásico.

Rodrigo mostró interés y dedicación por los trabajos de Miyata Kohachiro.A partir de entonces, decidió estudiar todos los tipos de música tradicional Japonesa, prestando especial atención a las diferencias entre las dos tradiciones musicales.

El músico interprete de la flauta Shakuhachi nos sorprende una vez más con su nueva disco Shakuhachi Meditations.

Disco grabado entre dos países, Japón y España, piezas interpretadas con la flauta Shakuhachi, melodías liricas y poéticas invocando a la imaginación sonora mas profunda del Japón Feudal.

Rodrigo transmite con estas piezas el solitario sonido del monje Komuso o los enfoques técnicos y mental para estas piezas que representan los bloques de construcción básicos y minimalistas de la música Zen.

Entre las 8 piezas que suenan en este album, titulos como Eleven Waterfalls (improvisacion con estilo Minyo Oiwake, folk Japones) o Śūnyatā, pieza interpretada e inspirada en Śūnyatā o shuñata que significa que no hay nada que posea una esencia individual y, por tanto, que todo está vacío, sin una realidad independiente. Todo lo que existe está relacionado y es interdependiente, y la aparente pluralidad de individualidades es un carácter ilusorio de nuestra existencia. (Fuente reseña y link descarga: http://gps-sonoro.blogspot.com).

Tracklist:

1 Eleven Waterfalls 4:25 0
2 Śūnyatā 3:14 0
3 Chaniwa 5:34 0
4 Kyuden No Kurayami 4:04 538
5 Lady of the Snow 2:02 0
6 Peace Bell 3:26 0
7 Cross of Light 3:33 0
8 Shinkantaza

Pedro Aznar – Cuando La Lluvia Te Bese Los Pies (2002)

Por estos días nos visita Pedro Aznar en una extensa gira. No hay mucho que pueda agregar a la trayectoria de este histórico del rock argentino. Elegí este disco por el tema de Chico César, A primera Vista,  una canción que cualquier enamorado le cantaría a su amada, y la que le queda muy bien a Aznar. Un grande nos visita: aprovechen la oportunidad y vayan a verlo.

Pedro Aznar nació en Buenos Aires, Argentina, en 1959. Formó, en 1978, junto a Charly García, David Lebón y Oscar Moro, el grupo Serú Girán, considerado por público y crítica como un verdadero hito en la historia musical argentina, el que dejó un legado de 10 discos, récords de público y una influencia que trascendió generaciones.

En 1983 se incorporó al Pat Metheny Group como multiinstrumentista y vocalista. Esta formación del aclamado grupo realizó varias giras mundiales y ganó tres premios Grammy por los discos «First Circle» (1984),»Letter from Home» (1989) y «The Road to You» (1993).
Compuso la música de una decena de  películas.
Participa como productor, compositor, arreglador, instrumentista y cantante en sesiones de grabación y conciertos con algunas de las más importantes figuras del medio argentino e internacional.
Desarrolla tareas de conferencista y dicta seminarios sobre grabación, mezcla y producción discográfica, así como de creatividad artística.
Escribió dos libros de poemas: «Pruebas de Fuego» (1992) y «Dos pasajes a la noche» (2009), ambos publicados por Longseller.
Desde 1993 dirige su propio grupo, imprimiéndole un personal y singular sello de contemporaneidad aportado, en igual medida, por su amplia experiencia y trayectoria en estilos como el Rock, el Jazz y la música popular de raíz argentina y latinoamericana, su constante apertura a las nuevas tendencias y su investigación de las antiguas tradiciones. (Fuente reseña: http://www.pedroaznar.com.ar/).

Tracklist:

01 – Si No Oigo A Mi Corazón – 03:35
02 – Que He Sacado Con Quererte – 04:48
03 – Zamba De Juan Panadero – 04:37
04 – A Primera Vista – 03:06
05 – El Tungue Te – 03:53
06 – Lo Hermoso Que Fue – 03:26
07 – El Seclanteno – 04:46
08 – Nubes Negras – 01:49
09 – Como La Cigarra – 04:32
10 – Muñequitos De Papel – 05:23

Melingo – Maldito Tango (2008)

Daniel Melingo divide a los amantes del tango, más bien a los argentinos amantes del tango. Hay quienes lo tildan de tanguero maldito (lo que es un elogio, no piensen mal), otros de rockero reciclado y oportunista (recordemos que Melingo fue miembro estable y fundador de Los Twist). Creo que precisamente por eso me gusta Melingo, porque sabe provocar y pienso que ni él se lo toma tan en serio. Me viene a la mente una vieja cita de Facundo Cabral: «hay que ir del cabaret al convento, o mejor, del convento al cabaret». Los que no entienden esto seguramente deben estar preparando sus packs de sobrevivencia para el 2012. A mí me encanta Melingo. Salud.

Melingo no está loco.
Por eso son posibles sus tangos improbables, vertebrados por la locura. Melingo es una persona, claro. Se ha sobrevivido a sí mismo, a sus infinitas peripecias personales, hasta convertirse en un personaje literario de carne y hueso. Melingo es la leyenda de Melingo, el protagonista de una vida a veces demasiado intensa que tuvo que desembocar, inevitablemente, en el tango.
Para ser Melingo hay que caminar por la calle olfateando la poesía como un perro de presa. Hay que bailar como un látigo y cantar como una cicatriz. Melingo es un músico enorme. Estudió en un conservatorio pero conserva poco de aquella academia. Fue –siempre será- un aventurero furioso, delirante, alucinado. Un bohemio de Buenos Aires, o sea del mundo. Podemos llamarlo Maestro porque supo alcanzar la sencillez. Nada más natural, entonces, que la carcajada de fuego de sus tangos.
“Santa Milonga” pulveriza los límites entre lo sagrado y lo profano. En estas canciones hay tanta adoración como irreverencia. Hay un vagón de ortodoxia y toneladas de herejía. Hay exceso y hay pulcritud. Amor y burla. Melingo penetra en los altares de la música rioplatense sin llamar. Las puertas se abren a su paso porque se ganó palpitando el derecho a jugar con la ley del tango.
Tango de ley, entonces: la formidable locura de Melingo. (Fuente reseña: http://www.danielmelingo.com).

Tracklist:

En un bondi color humo
Julepe en la tierra
A lo Magdalena
Se igual
Fabriquera
Luisito
Cha digo!
Pequeño paria
Montmartre de hoy
Cuando la tarde se inclina
Eco il mondo